Confío en la promesa de Dios de darnos de nuevo la oportunidad de vivir en un paraíso donde no existirá más dolor ni enfermedad y donde Sophie pueda vivir feliz junto a todos los que la extrañaremos.
Por ahora es un hasta luego querida Sophie.
Un abrazo grande tía Karla y Tio Herbert. Siento tanto su enorme pérdida.